Mi madre tenía fobia a los médicos y hospitales. Su madre, mi abuela, a quien yo no conocí, murió en 1976, de repente, ingresada en un hospital por un problema estomacal, con mi madre recién casada, y nunca salió. Mi madre quedó traumatizada por el resto de su vida, y siempre evitó cuanto pudo ir al médico. Eso, creo, le costaría luego la vida. Si tan sólo se hubiera hecho revisiones regulares, si hubiera ido al médico en cuanto comenzó a sentirse mal, en lugar de esperar ¿dos años? Quizás estaría aún viva, viendo crecer a esa nieta que tanto deseaba.

Y yo, temo que heredé esa misma fobia. La siguiente vez que regresé al hospital donde murió, visitando a uno de mis tíos, me entró pánico, y tuve que excusarme y salir corriendo. Y, pese a que en mis años conviviendo con la leucemia, he tenido que pasar largas temporadas en hospitales, siempre me da verdadero pánico ingresar. Pongo excusas, que son reales, la falta de intimidad, la imposibilidad de dormir, la privación de libertad, la comida… Pero, ¿no es al final ese mismo trauma que mi madre sufría?

Y, ¿era ella la primera en la familia en sufrirlo? ¿O lo heredó de su madre, o su padre? ¿Cómo pueden esas heridas transmitirse de generación en generación? ¿Cómo romper esa cadena, para siempre?