Un año más, repaso mis películas favoritas del pasado año. Por primera vez desde el 2014, he terminado el año en el mismo país donde lo comencé, este cruel Reino Unido en proceso de repetir errores del siglo XX. No tengo, por tanto, excusa para perderme buen cine (aún no he visto “Parásitos”, ni “El Irlandés”), pero casi con certeza estas tres no serán las mejores del año, simplemente las que yo más disfruté en salas.
La sombra del pasado, de Florian Henckel von Donnersmarck
Estoy bastante sólo aquí (las críticas no han sido extraordinarias), pero a mí me emocionó enormemente (parecía que tras esa obra maestra que es La vida de los otros von Donnersmarck había desaparecido del mapa).
El horror de Berlín durante décadas, primero durante el nazismo, luego el comunismo, y el dolor de vivir, el terrible peso que el pasado puede tener sobre nosotros.
Dolor y Gloria, de Pedro Almodóvar
Otra película sobre el pasado, y el tremendo peso que tiene en nuestra vida (¿es ese el tema de este terrible 2019?). La mejor película de Almodóvar desde Volver, con una Antonio Banderas en estado de gracia (diría que el papel de su vida) haciendo de un pseudo-Almodóvar.
Dolor y Gloria es, en cierto modo, un buen título para mi año. Es, probablemente, el título perfecto para las vidas de todos los seres humanos.
Érase una vez en… Hollywood, de Quentin Tarantino
Otra película sobre el pasado, este vez sobre pasados que podrían, deberían haber sido, pero no fueron. Es, en mi opinión, la mejor película de Tarantino desde Pulp Fiction. Un declaración de amor al cine, y a un mundo, a Hollywood, que ya casi no existe.