Esta mañana visité en el Cementerio Central de Viena, el Zentralfriedhof, las tumbas de Beethoven y Boltzmann. Hace tan sólo seis meses desde la última vez que escribí aquí, pero parecen siglos. Hace seis meses vivía en ese Madrid, que, tras veinte años paseando por sus calles, era ya claramente mi ciudad. Hace seis meses mi madre aún vivía. En la tumba de Boltzmann, está escrito, como epitafio, una de sus ecuaciones, ese S=k log W. La entropía, al final, nos atrapará a todos.