Crear una teoría no es como destruir un viejo establo para erigir un rascacielos en su lugar. Se parece más a escalar una montaña cuando se alcanzan vistas nuevas y más amplias y se descubren relaciones inesperadas entre el punto de partida y su rico entorno. Pero el punto de partida continúa existiendo y lo podemos divisar, aunque parece más pequeño y forma una pequeña parte del panorama que se abre a nuestros ojos, más ancho ahora tras haber vencido los obstáculos de nuestra arriesgada ascensión.